Thursday, January 14, 2010

EL MALESTAR


En el verano de 1979, los norteamericanos sufrieron las penurias de la escasez de gasolina. En junio, solo el cinco porciento de las gasolineras estaban abiertas en New York y Houston. En California, fueron reportados cientos de “agarraitas”, o incidentes violentos, ocurridas en las colas, mientras la gente esperaba por horas para llenar con gasolina sus tanques, o sus “garrafitas”. A principios de Julio, los camioneros norteamericanos ya tenían tres semanas negándose a transportar mercancías por las restricciones que les impusieron para comprar gasolina. Los camioneros cerraron la Long Island Expressway, en New York, obstaculizando el tránsito a docenas de miles de conductores. (1)
En Enero de 1979, con la caída del Shah Mohammed Pahlavi y el ascenso del Ayatola Ruhollah Khomeini, la industria petrolera iraní se paralizó y dejó de enviar a los Estados Unidos más de un millón de barriles diarios de petróleo. Al pasar las semanas, los productores, distribuidores y consumidores norteamericanos, y del mundo, entraron en pánico porque temían una crisis larga con reducción de los inventarios de gasolina, como había ocurrido en 1973. Llenos de pánico, los norteamericanos decidieron hacer colas en las gasolineras para mantener llenos sus tanques y pagar menos por el combustible. No hubo solución, al llegar el verano, se había agotado la existencia de gasolina. (2)
En ese contexto, Jimmy Carter, presidente de la época, dirigió una alocución bautizada por la prensa, y sus adversarios, como el discurso del malestar, o “The Malaise Speech”. Carter entendía que los norteamericanos tenían razones para estar disgustados, no solo con los productores petroleros sino también con su gobierno. Pero, Jimmy Carter no quería usar su discurso solo para fustigar el apetito de los productores petroleros concentrados en la OPEP. Eso ya lo había dicho en otros discursos.
El historiador Kevin Mattson considera que Carter quería aprovechar la crisis de la energía para poner a reflexionar a sus coterráneos. Según Mattson, Carter les hizo ver que la verdadera causa de la escasez de la gasolina era el estilo de consumo de los norteamericanos, quienes hacían uso extensivo del combustible. Carter asumía el fracaso de una política pública- la distribución de combustible- tenía una causa moral. Por ese motivo, el consumismo, y el materialismo, norteamericano debían ser erradicados para poder superar la crisis energética de aquel verano. También, Carter pensaba que los norteamericanos sufrían una “crisis de confianza” porque no debían salir corriendo a llenar sus tanques, sino más bien estar calmados y tener fe en el futuro.(3)
Mattson piensa que el discurso del 15 de Julio debió motivar un cambio de conducta y unir a los ciudadanos del país en la causa común de superar la crisis enérgica; pero, el discurso se convirtió en un arsenal contra la re-elección de Carter. Mattson explica como dos aspirantes presidenciales, Robert Kennedy, también del partido Demócrata, y Ronald Reagan, del partido Republicano, decidieron celebrar los hábitos de consumo de los norteamericanos para contrarrestar el enfoque reflexivo, critico, de Carter. Como consecuencia de la acción de esos dos adversarios, y de otros errores cometidos por el mismo, Carter perdió su reelección en Noviembre de 1980.
Otro discurso que tampoco sirvió para mucho fue el Oswaldo Artilles. Ese otro discurso se escuchó el 6 de Julio de 2003, al momento en el que Artilles abandonaba la presidencia de la Electricidad del Caroní (Edelca). Se suponía que las palabras de Artilles debían tener peso; Edelca era para ese momento la empresa eléctrica mas importante de Venezuela. Era una empresa estatal rentable, que había arrojado ganancias de $ 646 millones, entre el 2000 y el 2003, resultado excepcional en el sector publico venezolano, y latinoamericano.
Cuando Artilles hablaba, el Gurí estaba en un nivel crítico- 254 metros sobre el nivel mar-. Artilles fue a lo medular, y dijo “el desbalance de Guri no es casual, los metros por debajo del límite permitido los hemos consumido en estos años, por encima de su diseño”. La cota del Guri no era solo la responsabilidad de los retozos de El Niño y la Niña. Ese presidente de Edelca descartó la idea de ir a un racionamiento obligatorio; y completó que “allí tenemos al Bajo Caroní”, en el peor de los casos. En aquella crisis, lo recomendable para Artilles era promover un uso racional de la energía o decretar un ahorro obligatorio. Pero, como gerente previsor adelantó que lo racional era “la máxima utilización de la generación termoeléctrica”. (4)
Artilles reveló que había un déficit en la generación eléctrica en Venezuela, a pesar de que Edelca había invertido $1.818 millones entre el 2000 y 2003 para cubrir el déficit. Artilles recomendaba “repotenciar” Guri, para ampliar su vida útil por otros 30 anos; y mas importante, indicaba que se debía mejorar y ampliar la capacidad termoeléctrica del país. Según Artillas, el país se debía preparar para que las plantas termoeléctricas produjeran no menos del 40% de la energía del país, en situaciones de crisis; como la que se vivía en los primeros anos del siglo XXI.
Jimmy Carter fracasó en su intento de calmar a sus ansiosos compatriotas; mientras, Artilles aró en el mar con su clamor de que “necesitamos más generación térmica”. Eso es lo que indican las evidencias. Pero, esas palabras de Artilles si pudieran recibir el moquete de “el discurso del malestar”. O más bien de la furia. Malestar y furia es lo que produce leer lo que Artilles dijo en el 2003. Como es que luego de ocho años se sigue culpando al Niño, y a la Niña, de los problemas eléctricos del país? Como es que Colombia, Perú, y Chile están excedentarios de electricidad, a pesar de ser países con costa en el Pacifico, epicentro del Niño? Y que pasó con la generación térmica?

Que un ingeniero me lo explique! Abstenganse los politicos convertidos en técnicos.

Jesus Luis
Athens, Ohio
15/01/2010

pd: insistimos en decir, el Niño,y la Niña, porque respetamos la Bicha. Alli se establece la igualdad de genero.

(1)Yergin, Daniel. “The Prize: The Epic Quest for Oil, Money & Power”. New York: Free Press, 1992. Pp.694.
(2) Ibid, 694-696.
(3) Mattson, Kevin. “What the heck are you up to, Mr. President? Jimmy Carter, America's ‘Malaise,’ and the Speech That Should Have Changed the Country”. New York: Bloomsbury, 2009.
(4) “Se necesita mas generación térmica”, El Universal [On line] http://www.eluniversal.com/2003/07/06/eco_art_06182AA.shtml.

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