Andrea Agassi, tenista norteamericano, confiesa en su autobiografía que fue consumidor de drogas. El ganador de ocho torneos de Grand Slam tuvo un periodo de su vida en el cual se hizo adicto a la metanfetamina cristalizada. En 1997, cuando una prueba de antidopaje que le practicó la ATP resultó positiva, Agassi dijo que accidentalmente tomó una gaseosa en la que su asistente había colocado las poderosas metanfetaminas. El asistente tuvo la culpa.
Con esa excusa, o tremendo embuste, se salvó de una suspensión o un mayor castigo por parte de la federación internacional de tenis. Agassi decidió confesar su mentira más de diez anos después de los hechos. El tenista retirado desde 2006 deja ver que no podía con el cargo de consciencia y ahora esta emocionado por contarle la historia al mundo entero.
Hubo otro que nos dijo una mentira y luego se disculpó. A mediados de los 90, del siglo pasado, Ilan Chester salió a decir que se retiraba de la música para dedicarse a su familia y a la vida espiritual. La noticia causó dolor, pero fue digerida porque ya se le notaba su vocación pacifista en las letras de sus canciones; muy cantadas en los retiros espirituales de los colegios católicos del país.
Ilan recorrió el país para decir adiós. Esa gira se hizo tan larga que nunca terminó y en poco tiempo Ilan sacó uno, otro, y otro disco. Ya al cuarto disco de la despedida, o mejor del “comeback”, tuvo que decir que eso del retiro había sido un truco suyo para romper su contrato con el sello disquero Sonografica. Ilan nos engañó y luego se disculpo; sus principios religiosos lo obligaron a rebelarnos esa verdad.
El tercer mentiroso soltó su disculpa bien rapidito después de la mentira. El residente de Calle 13, René Pérez, escribió en su Twitter que no haría ningún concierto gratuito en Venezuela el 31 de Octubre, desmintiendo a su propio nominado al Mejor Artista Pop del MTV Latino del 2009. Ahora, ha salido con que si va el concierto gratuito en la Carlota. Y el susodicho espectáculo es con Calle 13 y unas 10 bandas más; algo como el “remake” de lo que presento Juanes en Cuba.
La mentira del residente hasta se puede entender, por razones de mercadotecnia. Sin su mentira, muchos hubiesen desistido de comprar entradas para el Sambil. El problema entonces es su disculpa. A los que pagaron por verlo, René les aclaró que su concierto gratuito será de una hora, y no de dos horas como el del Sambil. Además les dejo correr la lánguida frase “me siento un poco medio mal, por ustedes”. Como se come eso? A esa afirmación le falta mucho para ser un verdadero acto de constriccion, como el de Agassi e Ilan Chester.
Yo no aceptaría esa disculpa; pero, yo no fui de los pendejos que pagaron para oir ese regaton.
Jesus Luis
Athens, Ohio 30/10/2009
Pd: No la agarro con René por interpretar regatón. A mi me gusta, y mucho, el regatón. Para mí si es música.
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